martes, 24 de noviembre de 2009

¿Qué es la filosofía?


¿Por qué filosofía? Todo el mundo se extraña. Sobre todo porque no puedo explicar bien el motivo, y no porque no lo haya. La filosofía atraviesa todo nuestro mundo cotidiano, porque es inherente a lo que somos: seres inteligentes, que se preguntan por aquello que los rodea.

Si no fuera por nuestra capacidad para hacernos preguntas no sería el mundo hoy como es; si no nos hubiéramos preguntado cómo funciona nuestro cuerpo, no tendríamos medicina; si no nos preguntáramos cómo son las plantas y los animales, no tendríamos medicamentos; y así hasta extendernos a todas las áreas de nuestro conocimiento. Todas tienen una motivación, generada por una o varias preguntas.

La pregunta que surge entonces es ¿qué es la filosofía?La manera más sencilla de responder esta pregunta es analizando su objeto. El objeto de la medicina es el hombre y la salud. El del derecho, las relación justa entre las personas. El de la física, el movimiento. ¿Cuál es el objeto de la filosofía? Es la indagación acerca de los principios básicos, que las otras áreas de conocimiento dan por sentados. Así, cuando el abogado le dice al filósofo que su área estudia las relaciones justas entre las personas, el filósofo se preguntará: ¿qué es justicia? ¿qué es una persona? ¿qué podemos considerar una relación? Lo mismo ocurrirá si se encuentra con un físico: ¿qué es movimiento?, se dirá. Parecen preguntas tontas, demasiado obvias como para plantearse...Todo el mundo sabe que el movimiento es aquello que se produce cuando un objeto se desplaza en el espacio. Sin embargo, el filósofo apuntará: ¿pero qué es el espacio? ¿es un objeto más? ¿es algo vacío? Porque, si decimos que algo es vacío, ¿qué queremos decir exáctamente?

Parece sólo marear la perdiz, y por eso las bromas acerca de la filosofía y de los filósofos son constantes. Como me dijo un profesor, "un filósofo es aquel que, dónde todos ven una solución, él verá un problema". Sin embargo, la persona con gusto por la filosofía no se plantea estas preguntas con el ánimo de molestar, o de perder el tiempo. El filósofo se da cuenta de que muchas de las cuestiones que nos parecen más que evidentes, en realidad no lo son tanto. Por ejemplo, antes hemos mencionado que todo el mundo sabe qué es una persona. Es una evidencia de la vida cotidiana. Sin embargo, en torno al tema aparecen muchas preguntas que afectan a nuestra vida diaria más directa, ya que apuntan a las cuestiones más importantes del ser humano, por ejemplo: ¿qué queremos decir cuando algo es bueno o malo? ¿qué motivación última debería tener el ser humano? ¿hay modos de vida más apropiados que otros? ¿hubo alguna vez un principio del mundo? ¿fue ese principio accidental? ¿puede decirse que nos diferenciemos de los animales?

La cantidad de preguntas son infinitas. Lo importante no es tanto las respuestas que encontremos, sino la manera adecuada de plantearlas. A veces la inteligencia no radica tanto en la respuesta, sino en saber dar en el punto clave haciendo una pregunta adecuada. A eso se dedica el filósofo.

"No se puede aprender filosofía, tan sólo se puede aprender a filosofar.
Inmanuel Kant (1724-1804) Filosofo alemán.

2 comentarios:

  1. ok.me declaro totalmente profana.
    no sé filosofar y todavía menos hacer la pregunta correcta, pero supongo q para eso está el blog:
    ¿que hay q hacer después de liberar a os pescadores del "alakrana",dejarles ir para q sigan pirateando o pegarles de zambombazos para q sejen "su oficio"?

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  2. Para resolver este tipo de problemas existen dos grandes sistemas éticos, el aristotélico y el kantiano. El primero se adapta más a las circunstancias del conflicto moral, y deja en manos de los individuos el juzgar lo conveniente en cada caso. El kantiano es sin embargo más rígido, ya que es formal. Hablaré de ello en otro post.

    También está el sistema utilitarista, también lo expondré, aunque este sistema genera más problemas que soluciones, y suele ser más bien instrumento de demagogos...

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